La receta clásica se confeccionaba con 100 g. de pétalos de rosa desecados y reducidos a polvo y 200 g. de agua. Se dejan
en maceración durante unas 28 horas y se les añaden 700 g. de azúcar (puede ensayarse con miel, fructosa e incluso azúcar
integral, aunque los resultados son variables). se concentra al baño María hasta que tome la forma de un extracto consistente.
La consistencia final suele oscilar entre el sirope y la homogeneidad del membrillo.
La receta de la bebida: se prepara con el zumo de 4 limones, 1 litro de agua, 3 cucharadas de azúcar integral ó miel,
3 cucharaditas de agua de rosas y opcionalmente una pizca de sal. Se mezclan todos los ingredientes hasta que se disuelvan
del todo. Se sirve bien frío con una rodaja de limón.
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