Azúcar 150 g
Miel 250 ml
Jengibre molido 1 cda.
Remolacha hervida 1/4 kg
Limones cortados en rodajas finas 2
Almendras peladas 90 g
En la olla ponga a el azúcar, la miel y el jengibre con 1/2 taza de agua y lleve a fuego medio. Cuando hierva, deje cocer
de 5 a 7 min., bajando a fuego lento, hasta que el azúcar se haya disuelto por completo y el líquido tenga una consistencia
almibarada.
En ese momento, retire de la hornalla y agregue la remolacha, previamente cortada en tiras o rallada, las rodajas de
limón y con la cuchara de madera revuelva bien, para mezclar. Vuelva a poner la olla a fuego fuerte. Cuando rompa hervor el
líquido, reduzca el fuego a lento y deje cocer de 30 a 40 min. moviendo la olla, cada tanto, para evitar que se pegue, hasta
que la mezcla sea muy espesa y casi forme una masa. Entonces, añada las almendras y mezcle, con la cuchara de madera.
Retire inmediatamente la preparación del fuego y llene los frascos, previamente esterilizados (vea en Técnicas y Procedimientos)
cuidadosamente con la mezcla. Déjelos enfriar, a temperatura ambiente y ciérrelos. La remolacha se conserva entre 2 y 3 semanas,
en la heladera.
Para pelar las almendras sumérjalas en una ollita con agua hirviendo hasta que su piel se despegue, luego déjelas enfriar
un rato y retíreles la piel.
Esta confitura, típica de la cocina judía de Pascuas es excelente como guarnición de platos de carne de caza
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