Leche entera 1 litro
Azúcar 300 g
Bicarbonato de sodio 1/4 cdta.
Esencia de vainilla 1 cda.
Glucosa 1 cda.
Poner a hervir en una cacerola de cobre o esmaltada la leche con el azúcar, la esencia de vainilla y la pizca de bicarbonato
que será el encargado de dar el característico color al dulce de leche y espesarlo.
Se lleva a ebullición y se mantiene a fuego muy suave, revolviendo constantemente para evitar que se pegue o se queme.
Apartarlo de fuego una vez que haya tomado un regular espesor (el punto para retirarlo del fuego es cuando, derramada
una gota sobre un plato inclinado más o menos 45 grados, no corre).
Agregar ahora una cucharada de glucosa, optimiza la consistencia y la textura.
Cuando haya perdido temperatura llevar a un frasco previamente esterilizado.
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