Lavar, quitar los cabos y cocinar con muy poca agua y tapadas hasta que se abran, no más de 30 minutos.
Dejar enfriar para poder sacar todos los carozos y sin romperlas echar 1 kilo de azúcar y el jugo de un limón.
Cocinar mejor en sarten para facilitar la evaporación desde una superficie mayor.
Llegar al punto que estará cerca de los 102°C. Con queso blanco o ricota es un postre perfecto.
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