Bastará con pelarlos, abrirlos en mitades y colocarlos en una rejilla rociados con aceite de oliva virgen, sal entrefina y
azúcar en partes iguales.
Hornear a 100°C de 2 a 3 horas.
Para conservarlos se pueden colocar en aceite o bien congelarlos solos para elaboraciones más livianas.
Para disfrutar solos, en ensaladas o como guarnición.
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